domingo, 6 de marzo de 2011

NACIMIENTO DE UN APELLIDO: DE SAN MARTIN

 CAPITULO  I
                                                 EL PORQUE.






       Leyendo a un famoso poeta y noble del siglo XV, (el cual no debió viajar a África por aquello de que en su tiempo las distancias debido a los medios de transporte eran mucho mas largas que en la actualidad) podemos sacar entre otras la siguiente enseñanza de sus versos, en los que trata de la universalidad del ser humano y dice que el hombre tiene tres tipos de vida y son: La terrenal, la de la fama, y la eterna.

       La vida terrenal, era la mas corta y penosa, pero al ser la primera, era el camino para llegar a las otras dos, que estaban entrelazadas o se cumplimentaban entre si y podían ser mucho mas largas, aunque el problema era como conseguirlas, pero también nos da la solución para llegar a ellas.

       Escribía que había que llevar una vida terrenal ejemplar, participando en cruzadas contra los infieles, ser buenos cristianos, y rezar mucho; primero se llegaba a la vida de la fama entre sus conciudadanos, y cuando se moría si se perduraba en la memoria de los vivos se llegaba a la vida eterna.
      
       Aquí debo añadir lo que me contaba un buen amigo, sacerdote misionero africano que me decía que aún hoy en el siglo XXI, en algunas tribus de África, en sus creencias religiosas ancestrales, y siempre pensando en el más allá, dicen que hay espíritus vivos y espíritus muertos:

       Los espíritus muertos son aquellos que una vez que la persona ha fallecido no hay quien le recuerde.

       Por el contrario los espíritus vivos son aquellos que después que la persona ha muerto su recuerdo perdura entre sus descendientes y convecinos.

       Como puede apreciarse existe una gran similitud de coincidencia entre estas dos situaciones anteriores de entender la vida, aún estando distanciadas por varios siglos y separadas por muchos kilómetros,  por si esto fuera cierto, esta es una de las razones, entre otras, de lo que sigue:

                             

A.A.S.

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